Documentación

Las cosas de los niños y para los niños,
se aprenden de los niños”

Loris Malaguzzi

Los procesos de los niños/as siempre dejan huellas, pero no necesariamente resultados.

Ambiente capaz de documentar no sólo los resultados, sino los procesos de conocimiento y formación, de narrar los recorridos didácticos y los valores de referencia. Se genera una segunda piel energética hecha de escritos, imágenes, materiales, objetos, colores, que revela la presencia de los niños/as, incluso en su ausencia.

La documentación configura el espacio que se diseña al documentar el proceso de aprendizaje. Es el proceso que hace de la evaluación una experiencia de aprendizaje dialógica y participada. En la documentación hay señas vivas del producto final. Convierte todo el proceso en un producto.

La realizan los maestros y nace de la escucha de los niños. (Fotos, mapas conceptuales, carteles... todo tipo de herramientas para analizar los pasos de cada proyecto)

Da cuenta de cómo llegó, camino hacia su conocimiento. Se comparte. De este modo redescubren los hitos más significativos en la comprensión del contenido curricular. Ir y venir hacia el conocimiento /proceso metacognitivo. Visibilidad y transparencia de los procesos de investigación, pedagógicos y cognitivos de los niños.

Pero la documentación es también un cuaderno de bocetos para el pintor, la pizarra del físico o el cuaderno de notas del escritor. Es el proceso que permite mejorar los futuros proyectos, calificar de forma continua, demostrar aprendizaje, evidenciar la creatividad y otorgar valor pedagógico a la muestra.

 

Disfruta aquí, parte de nuestra documentación fotográfica

“El amor, como dar legitimidad al otro, también nos vuelve al asunto del tiempo. Significa reconocer el presente a los niños –su presente- como ciudadanos de pleno derecho de nuestra cultura y nuestra sociedad. Si educamos para preparar a los niños “para que vivan en el futuro al hacer que nuestro presente sea su futuro, les negamos en su presente, atrapándolos en un modo de vida que les es básicamente foránea, y les obligamos a buscar fuera de ellos mismos una identidad que les dé sentido a su vida. Y sabemos que él o ella que busca su identidad fuera de sí, por fuerza tendrá que vivir en ausencia de él o ella, siempre movidos por las opiniones y deseos de otros. Una persona como esa no tiene lugar en su propia vida y tampoco le interesa.”

Humberto Maturana